Algunas claves para entender el Coaching Nutricional.
Para enfocar el
asunto, podemos recordar primero una referencia a al Coaching Nutricional, de la Organización Mundial de la Salud (World
Health Organization). La misma señala que el Coaching de Salud, que incluye
Coaching Nutricional, “es una especialización profesional, que se enfoca a
ayudar a las personas a alcanzar sus metas relacionadas con la salud, en un
contexto de satisfacción, equilibrio emocional y con un estilo de vida
beneficioso para sí mismos”.
A su vez la
Sociedad Uruguaya de Coaching Nutricional, a la cual tengo el orgullo de
pertenecer, señala que “Un Coach es un profesional que te ayuda a conseguir lo
que deseas, pero no estás consiguiendo por ti mismo, en cualquier campo de la
vida”.
Un dato interesante
de la OMS, señala que sólo una de cada cinco personas logra acabar con una
dieta y cumplir su objetivo nutricional.
En otras palabras,
el 80 por ciento de las dietas fracasa.
Frente a esto es
que en la última década se ha consolidado una especialización, la del Coach
Nutricional, la que cada vez más los y las nutricionistas incorporan en su
formación, no solo como elemento diferenciador, sino, fundamentalmente, para
ayudar a las personas a lograr sus metas en materia de alimentación y salud.
Un dato que surge
de las investigaciones es, por ejemplo, que las personas emocionalmente
inestables, tienen el doble de posibilidades de engordar que el resto. Es que
muchas veces se utiliza la alimentación para “regular” el humor.. Así es, por
ejemplo, que muchas celebraciones están ligadas a sentimientos de tristeza y
soledad. Una situación que puede identificarse en forma fácil, es la llamada “depresión
navideña; que afecta a muchas personas, e impulsa la ingesta de alimentos en
exceso.
El asunto muchas
veces, es que se combaten ciertos sentimientos comiendo. Así frente al
aburrimiento, la ansiedad, los nervios o la depresión, entre otros, la comida actúa
como una suerte de sedante.
Con la ingesta de
comida, estas emociones se calman momentáneamente pero, a su vez la sensación
de “derrota”, por no haber podido dominar el impulso, generalmente hace sentirse
mal.
Pero no todas las
emocionalidades negativas afectan la ingesta, sino que la indiferencia y las
emociones positivas también la detonan.
La comida
proporciona consuelo. Muchas veces se come en exceso, como respuesta a
emociones negativas fuertes, tales como la tristeza, la ansiedad, la
incertidumbre, la impotencia o la frustración.
Es así que el
hambre está íntimamente ligada con la emocionalidad. Cuando se está comiendo
para mitigar un sentimiento, no importa si el estómago está lleno o vacío, solo
se necesita comer.
Además en ese caso,
no se busca cualquier cosa, se elige una comida específico y no satisface
cualquier alimento.
Un Coach
Nutricional, puede identificar, junto a su cliente (“paciente”) y claramente,
los objetivos en materia de nutrición. Se le pueda ayudar a que lograr sus
metas, empoderándose con las mismas.
Entre los elementos
en juego, el Coach Nutricional ayuda y
complementa el camino hacia el bienestar de la persona. Estimula el encuentro
de caminos alternativos para alcanzar el estado deseado. Compromete e impulsa
al consultante con el proceso terapéutico. Impulsa al compromiso y la acción
hacia el objetivo buscado, mediante la puesta en práctica de un estilo de vida
saludable.
Es posible y
sencillo alcanzar tus objetivos nutricionales.
Master Coach
Edgardo Martinez Zimarioff
Sociedad Uruguaya
de Coaching Nutricional